"Las únicas dos muertes que con un olor grato dejan parte de su esencia, son dos: la de las flores y la de Los Grandes" Miss Petite Abby

martes, 27 de septiembre de 2011

¿Creer?


A lo largo de la historia, el hombre ha tenido una necesidad de creer en algo y que ese algo le facilite su existencia cognoscitiva en este planeta, es decir, que le ayude a comprender más su entorno, sus límites y capacidades humanas, o tal vez sentir un cierto grado de superprotección para pretender que se está seguro.Dentro de Psicodrama a las seis y media manejan este sentido de creencia basado en una religión instaurada y dirigida por una mujer llamada Flora. Es una obra que muestra diferentes caras de la religiosidad: la inocente victima (señora Dominga), la que al parecer es desinteresada y entregada (Flora), el usurpador y gandaya (Íñigo), la seguidora y solapadora (Claudia), el necesitado de perdón (Venegas), el necesitado de ayuda (Aquiles).Flora e Íñigo tratan siempre de sobresalir o defender aquello que aunque crean o no crean creará un impacto impredecible sobre cualquier persona espiritualmente vulnerable, siempre y cuando sea conveniente para cada cual sin importar las consecuencias.
A lo largo de este texto veremos algunas de las razones por las cuales el ser humano se aferra a esa dependencia de un ser Superior y como se las ingenia para tratar de explicar lo inexplicable; para creer y vivir con una esperanza y que tal vez esa esperanza le dé sentido a la vida como individuos. Compararemos algunas maneras de cómo el hombre ha tratado de llegar a esa espiritualidad que siempre le ha causado inquietud.

Para empezar, el hombre claro siempre quiso, quiere y querrá con su ambición natural, el ser mejor y superior en todas las cosas existentes. Cuenta la historia de un cavernícola que se cansó de tallar piedras porque el sol le quemaba la espalda y le pidió a un genio lo convirtiera en sol para así ya no quemarse más, el genio tratándolo convencer de su insensatez lo convirtió en sol. Ya convertido en sol estaba feliz porque ahora estaba quemándole las espaldas a sus compañeros, pero luego un día una nube lo tapó y le pidió al genio ser nube. El genio le concedió su deseo de ser nube pero un día vino una fuerte ventisca y desapareció, después pidió ser viento pero hecho viento chocó contra una roca; y hecho roca se dio cuenta que uno de sus compañeros lo deshacía con un puntal. Su ambición y soberbia lo lleva al hombre a veces a desviarse de su realidad lo que lo motiva a crear otra perspectiva que lo llevará a ese mundo de superioridad que se consigue solo con el creer en un “medio” que me lleve a la superioridad, claro siempre encontraremos diferentes “medios” a lo largo de la historia.

Pero, ¿por qué creer en ese ser supremo? ¿Por qué mejor no creer en uno mismo? Si con el simple hecho de estar pensando, creemos en nuestra propia existencia, lo cual resumiría el gran griego Sócrates en la frase “yo solo sé que no sé nada”. Durante toda su existencia el hombre ha tenido esa hambre intensa de espiritualidad que lo ha llevado de extremo a extremo. Lo desconecta y lo conecta con un “alto mundo” donde lo sublime se convierte en un “todo” elevado que cualquier hombre desea en lo más profundo de su alma.


Empecemos viendo un poco sobre la teoría del Ser Superior Supremo que dice que las dimensiones no son otra cosa si no distintos niveles de realidad y que la energía está formada por energía y conciencia. Que conforme nos movemos hacia arriba en la escala de las dimensiones, la energía que conforma esa realidad vibra a diferentes amplitudes. También afirma que el hombre es multidimensional que tiene un Yo SUPERIOR que está en algún lugar en otra dimensión y que solo espera el momento en que tú puedas conectarte con ese SER SUPREMO que se encuentra en una conciencia superior. Dice que lo único que contrapone al SER SUPREMO son nuestras propias creencias de la realidad en que habitamos, lo cual suena paradójico porque es del lugar de donde partimos para analizar parcialmente al Ser Supremo. Otra cosa que llama la atención con la creencia del YO SUPERIOR es que a similitud de las religiones en general, recomiendan comunicación con el YO SUPERIOR; esto es porque el hombre también necesita ser escuchado, decir lo que piensa, decir lo que necesita, organizar su mente, sentirse aliviado al saber que algo o alguien ya lo escuchó. El objetivo principal de esta “doctrina” es llegar a fundirte con tu Ser Superior al lo cual se asemeja también a el objetivo de otras religiones de estar en presencia de su Ser Superior. También debes tener tu cuerpo limpio para que esa comunicación sea posible “limpiando tus tres chacras” dirían los espiritistas, para que este ser pueda habitar en ti lo cual coincide con las otras religiones. Para ejemplo tenemos a la iglesia adventista del séptimo día (mera coincidencia en la terminación de la denominación de la iglesia con la que se maneja en Psicodrama a las seis y media), la cual sustenta que se debe tener un cuerpo sano ya que es templo del espíritu santo el cual habita en cada quien, y efectivamente, no es solo capricho de los espirituales este requisito de comunicación, pues científicos saben que cuando cierta parte del cerebro se ve afectada por algún agente dañino interior o exterior la espiritualidad individual desaparece o se inhibe la comunicación con ese ser supremo. El área cerebral que hace que el cerebro tenga cierta actividad neurotransmisora con lo espiritual es el lóbulo frontal, en donde se trabaja principalmente la moral, la conciencia, y los pensamientos más transcendentales que el hombre ha podido concebir, se han fabricado en esta área cerebral. Esos deseos de un “algo” que se encargue de llenar los espacios vacios de una vida dichosa o no dichosa se han fabricado a partir de esa área cerebral.

Desde hace más de 3000 años los pueblos griegos ya veneraban a sus dioses; necesitaban en algo a quien consagrarse. Veneraban distintos dioses entre ellos estaban: Zeus (rey de los dioses), Hera (esposa legítima de Zeus), Poseidón (dios del mar), Apolo (dios del sol), Artemisa (diosa de la casería), Hermes (dios de la medicina), Palas Atenea (Justicia), Hefesto (Herrería), Afrodita (Amor), Ares (Muerte), Dionisio (vino), Deméter (frutos), entre otros. Cabe mencionar que se les rendía culto de manera especial a su debido tiempo y con un ritual estricto. ¿Ya se veneraba a alguien más antes que a los dioses griegos?

En cuanto al cristianismo la primera iglesia en sí, existió desde los tiempos de Moisés, denominada también la iglesia del antiguo testamento, quienes mostraron su fe en el plan de salvación por medio de sacrificios. Después de esta iglesia tenemos la iglesia del nuevo testamento la cual se basa en la del antiguo testamento y la encargada de llevar el mensaje de Cristo a toda nación por medio de los apóstoles, quienes escribieron epístolas y evangelios para terminar la misión que según Jesucristo les había dejado. Pero poco a poco las doctrinas iniciales se comenzaron a deformar y las falsas doctrinas se filtraron poco a poco a la iglesia. El imperio romano no estaba dispuesto a lidiar con este problema de sublevación, así que se les persiguió a los cristianos hasta matarlos y torturarlos, siendo del año 100-300 d.C. los más fuertes en persecución de cristianos. Para el año 476 d.C. en la caída del imperio romano, la iglesia se encontraba en un raquítico transe hacia la privación de la fuente de enseñanza más pura: la biblia. La cual había sido tomada solo para los dirigentes de la iglesia romana para que los miembros de iglesia no se dieran cuenta de las tergiversaciones que se habían creado años antes, esto me recuerda a una parte de la obra de Psicodrama a las seis y media cuando Flora protege lo que ella profesa y con miedo de que el periodista descubra algunas cosas dice: “El psicodrama es para curar las dolencias del alma, no para interrogar a los fieles” (Macín, 2006). Muchos años después viene la edad media donde el papado reina por 1260, hasta el año 1796 cuando el papa de Roma es tomado prisionero. Pero existieron pueblos que estaban alejados de la jurisdicción de roma los cuales mantuvieron rasgos de las iglesias primitivas. Para ejemplo de ello tenemos a los valdenses que se cuentan como los primeros que poseyeron una traducción completa de la biblia. Algunos reformadores fueron: Juan Wiclef en Inglaterra, Juan Huss, Martín Lutero quien pegaría el 1 de noviembre de 1917 las 95 tesis en la catedral de Wittenberg, Jerónimo, Felipe Melanchton quien escribió la Confesión de Augsburgo (paso culminante para la reforma), Juan Calvino, Ulrico Zuinglio, Guillermo Tyndale, Juan Wesley, entre otros. También se procedió a la peregrinación; el mensaje pasó a América. Uno de los primeros peregrinos fue Roger Williams quien viajó en el Mayflower el 16 de septiembre de 1960 y creó una colonia en EEUU con una forma de gobierno republicana y libertad de culto: Rhode Island. Después de la reforma las iglesias y religiones han cundido por todo el mundo y hasta la fecha siguen surgiendo nuevas. Y así podría ir contando toda la historia del cristianismo, pero ¿qué similitud encontramos con los casos anteriores de la necesidad del ser humano de creer en algo superior?


Por otro lado tenemos al existencialismo, no como religión sino como contraparte, donde su importancia como ser vivo depende de su dialéctica. Nicol lo explica así:
“En Kierkegaard, la dialéctica ya no es la forma intrínseca del proceso universal; es algo relativo al hombre solo, y representa más bien una tensión situacional o existencial. Y esta tensión no tiene un rumbo fijo, como el curso de la historia según Hegel. El hombre se integra en la historia con su individualidad bien recortada y no como componente mutable de un proceso”.
Pasa a ser entonces la dialéctica, un proceso de INDIVIDUALISTA aunque con un fin más difuso. Kierkegaard un pensador danés existencialista concordaba con Sócrates en “Conócete a ti mismo” pero esto hace que emerjan dos cuestiones que convergen en una tercera: fe y angustia y como punto relevante, la religión: un absurdo. Un absurdo difícil de explicar, que según está fuera de los límites de lo racional, pero que solo existe mientras exista el carácter racional. Kierkegaard afirma que ese golpeo constante que opone a la incertidumbre, hablando objetivamente, con el deseo de que algo extraordinario crea ese absurdo pero “el absurdo es precisamente absurdo por su repulsión objetiva, la medida de la intensidad de la fe interior” (Nicol, 1989). Aquí es cuando Kierkegaard da la salida al absurdo, de que no podía ser racional, sino por fe, el creer en algo. Tenemos entonces que la fe y la racionalidad son inversamente proporcionales pero jamás se encuentran uno frente al otro. En el momento en el que el hombre se resigna a lo imposible según sus capacidades; tal es el resultado de la prueba racional que tiene el poder de hacer. En cambio desde el punto de vista de aquello infinito, las posibilidades persisten aun en medio de la resignación y la miseria, siendo una negación de la misma a la vez y no por eso un absurdo racional, pero sostiene una esperanza sabiendo que en el mundo finito no la hay. Aquí está la clave, que según Kierkegaard es una verdad eminente: la fe comienza cuando la razón se termina. Y aquí es cuando recae la importancia del cristianismo la religión como complemento: la fe en Dios lo solucionaría todo. Pero ¿en qué recae la diferencia entre las ideologías de Kierkegaard y el cristianismo? En que la fe de Kierkegaard no se trata de una fe meramente optimista si no de angustia. La fe según Kierkegaard debe nacer en el interior de cada uno, como prueba para superar los límites de la razón.
Aunque no estemos de acuerdo con algunas ideologías, podemos llegar a la conclusión de que la espiritualidad forma parte de nuestra vida como seres humanos desde que nacemos ya traemos ese feeling que nos hace dependientes de un enlace con “algo” superior, una necesidad hacia lo elevado y sublime, ese absurdo que nos da seguridad hipotéticamente ante determinada situación, es lo que crea la fe; la certeza de aquello que no se ve y la seguridad de lo que se ESPERA, y esa ESPERANZA es un complemento del sentido de la vida.

MPA
Año 2008


Bibliografía:
Macín, E. (2002). Psicodrama a las seis y media. Chihuahua: Flor de Arena.
Nicol, E. (1989). Historicismo y existencialismo. México:

1 comentario:

  1. "...la espiritualidad forma parte de nuestra vida como seres humanos desde que nacemos ya traemos ese feeling que nos hace dependientes de un enlace con “algo” superior, una necesidad hacia lo elevado y sublime, ese absurdo que nos da seguridad hipotéticamente ante determinada situación, es lo que crea la fe; la certeza de aquello que no se ve y la seguridad de lo que se ESPERA, y esa ESPERANZA es un complemento del sentido de la vida."

    Uff, te la llevaste con la conclusión, simple y concisa, perfecta para refutar la desesperanza típica de los tiempos.

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